EDUCARTEPERú

EducartePeru es una propuesta educativa dirigida a despertar el interés por el arte y la creatividad de diferentes lugares del Perú y el Mundo.
Bellas Artes: Descripción de cada una

Música: Conjunto organizado de sonidos que transcurren a través de periodo de espacio y de tiempo. Sin lugar a dudas ha formado parte de la historia de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Presenta características de estilos en las diferentes regiones del planeta.

Danza: Se denomina así a los movimientos corporales en forma rítmica que se guían por un patrón, íntimamente relacionado con la música es una forma de expresión y comunicación.

Pintura: Es el arte de representar formas y/o imágenes reales, irreales o simplemente abstractas sobre alguna superficie (variada naturaleza que incluye tela, papel, carton, metales, etc.). Se utilizan pigmentos como base de este arte.

Escultura: Se llama al arte de crear formas originales del tipo figurativas (reales) o abstractas, en cualquier tipo de material. Se caracteriza por presentar las 3 dimensiones del espacio. Los artistas del Renacimiento (como por ejemplo Miguel Ángel) eran verdaderos expertos en esta arte.

Arquitectura: Es el arte de proyectar y construir cualquier tipo de edificación perdurable. Se rige por determinadas reglas, para así crear obras adecuadas a su intención de forma que sean agradables a la vista y capaces de incitar un placer al ser contempladas.

Declamación: Como se menciono anteriormente incluye a todas las formas de Literatura. Es el arte que utiliza a la palabra como medio para lograr una combinación de estas que provoquen la movilización de sentimientos induciendo por lo general placer cuando son leídas o escuchadas.

Fuente: ABC pedia
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El Dibujo Infantil.
Metodología de la Enseñanza del Dibujo
Ernesto Fabregat.
Introducción:
Educar, es favorecer el desarrollo de los valores personales. El educador no debe influir para nada en el niño, sino respetar los valores personales de éste. Cuando pinta un niño es capaz de dar forma concreta a sus emociones, de entrar en contacto con el mundo, este puede ser un medio educativo si se le pone en condiciones determinadas. El padre y el maestro tienen que respetar las creaciones del niño; una incomprensión, un desprecio, pueden ser fatales y ocasionar graves perturbaciones en el tierno infante.
Educar no es influir, pero tampoco es dejar de hacer, es obrar. Al niño, la creación artística se le presenta como el fin de su contacto con el adulto; pero para éste ha de ser ante todo un medio, un medio educativo.
Consecuencia de la necesidad natural de expresión es la práctica del arte. La expresión libre y espontánea de sus primeros días evolucionará en el niño hacia una forma voluntaria y reflexiva.
La práctica del arte permite al niño adquirir confianza de sus posibilidades acerca de este medio de expresión; y como medio de expresión personal (en el niño) requiere de máximo respeto por parte del educador.
La enseñanza prematura de la técnica, la copia de modelos expone a la niñez a perder este medio de expresión tan útil a ella. Es en el dibujo y por el dibujo que aparecen en el niño los primeros impulsos creadores. Este espíritu creador es el que libera al niño de los complejos de inferioridad tan perjudiciales a la infancia.
La educación artística
En la “Clase de dibujo”, el maestro procuraba atiborrar al niño con una serie de “nociones técnicas...”; mientras que en la “Educación artística” se procura que el niño se manifieste espontáneamente. No es pues una enseñanza dada por el adulto al niño, pero si el despertar de facultades que están en este último en estado latente (por este medio se satisface en él la necesidad de dar expansión a uno de sus dos medios de expresión, el dibujo).
Hay que educar al niño por el arte, pero no equivocarse: EL ARTE NO DEBE ENTRAR EN EL NIÑO, DEBE SALIR DE ÉL. No es por la contemplación de las obras maestras del arte que debemos realizar “la educación artística”, sino por las “creaciones libres” del niño en condiciones propicias.
La eficacia de un método no estriba en el número de conocimientos que imparte, sino en los resultados que de él derivan.
La creación artística del niño no sólo puede servir como medio de expresión, sino también:
a) El dibujo y la pintura pueden servir como medios de investigación como el test (Test de F.L. Goodenough, Test de Orestes Sneroll...)
b) En el psicoanálisis, el dibujo es un medio de contacto entre el paciente y el examinador. Tiene un valor funcional, reemplaza transitoriamente al lenguaje hablado...
c) La creación artística puede ser un medio de curación en sí...
El mundo plástico del niño
...el “mundo plástico” del niño es distinto al del adulto. A cada ciclo corresponde, en el niño, un “mundo plástico” diferente. El “mundo plástico” de cada niño es propio y peculiar de él, es constitutivo de su personalidad.
El educador debe saber leer en un “cuadro”; debe conocer sus diversos elementos y no equivocarse, no debe confundir una flor con un árbol, una casa con un barco. Debe conocer los diversos elementos, más no debe interpretar el cuadro. En esto se distingue del psicoanalista y del grafólogo. El oficio del educador y el de éstos son en cierto modo, complementarios. Gracias al educador “nace el cuadro” pero si éste es un “mundo explorable”, no es él, el explorador.
Algunos maestros creen, reaccionando contra los métodos antiguos que basta proporcionar material al niño y decirle: “Haz lo que quieras”. El niño crea muy difícilmente solo; tiene necesidad del ambiente del grupo o del taller y sobre todo de la presencia de un maestro que lo ame, lo comprenda y lo anime. Por preguntas más que por consejos, animando y no criticando, respetando y no imponiéndose, el maestro desempeña ante sus alumnos el papel de confidente, guía y consejero técnico.
El educador es quien hace “nacer el cuadro” y no obstante no debe influir o sugestionar al niño. Su presencia es indispensable, pero debe ser lo que el niño espera de ella.
El “mundo infantil” se nos manifestará, cada vez más, a medida que practiquemos la educación artística. Reconoceremos pronto el estilo peculiar de cada niño, e igualmente sabremos apreciar toda ingerencia extraña, como modelos, sugerencias, influjo del adulto... en las auténticas creaciones infantiles.
El niño acostumbrado a la copia pierde poco a poco su espíritu creador.
El niño se deja influenciar por el ambiente, por los demás compañeros...; pero que un niño influya sobre otro la cosa no perjudica, más que el educador lo haga, sí.
El educador no debe influir más que indirectamente en las creaciones infantiles. Ejemplo: el niño dibuja una casa sin puerta. Después de varios contactos entre educador y educando y cuando éste ha cobrado ya plena confianza en aquel; el educador puede preguntarle: “¿Cómo se entra a tu casa?”, y deja al niño resolver su problema. Si el niño agrega la puerta, No es un detalle más que añade a su dibujo, sino un conocimiento más que adquiere, el conocimiento del “espacio vacío”. Si el niño no dibuja la puerta, es que este proceso no se llevó a cabo. Claro que nada ganaríamos con que el niño dibujara la puerta como un elemento más en su dibujo sin ese proceso mental.
Es de toda evidencia que si el niño, en sus primeros dibujos, “saca” de sí mismo lo que representa, lo que “saca” debe antes haberle “entrado”. El niño que pinta se hace observador para poder pintar y así resolver “los problemas” que la pintura le plantea.
La función del educador es fundamental, pues a él corresponde el despertar de la imaginación del niño mediante sus preguntas, el librarlo de sus prejuicios y de su timidez, de protegerlo contra los otros y el enseñarle a superarse por sí mismo.
En la “educación artística” no debe haber notas, premios, clasificaciones, puntos y sobre todo concursos; pues la evolución de cada niño es distinta y libre, y con ello presionaríamos a los no favorecidos a “copiar” de los agraciados.
El educador
El educador no es necesario sea un artista, y tampoco que haya recibido una cultura artística. El artista puede apreciar el arte infantil; pero, por regla general, deberá empezar a pensar como educador, pues obsesionado por la estética tratará de inculcarla a sus alumnos. Su arte, su experiencia, pueden aprovecharse y ser útiles dentro de las reglas pedagógicas. LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA ES DEL DOMINIO DE LA PEDAGOGIA, NO DE LA ESTÉTICA.
Lo que interesa no es el “saber” del educador, sino su “actuación”, ese adaptarse en todo momento al nivel del niño. Debe inspirar confianza al educando, ya que éste debe encontrarse en su ambiente y no cohibido.
El educador debe ser al mismo tiempo el consejero técnico... El niño debe ver en su educador, al amigo, que busca su bien y que no pretende imponérsele.
Referencia Bibliográfica.
Ernesto Fabregat
El Dibujo Infantil
Ed. Fernández Editores, México 1969.
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